En esta oportunidad, les presentamos la visión que el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) tiene respecto de la homosexualidad y las causas de discriminación que pueden sufrir las personas que tengan esta orientación sexual.
El ejercicio de la sexualidad es un tema especialmente controvertido que suscita reacciones de profunda intolerancia en ciertos sectores de la sociedad. Más aún si se trata de personas con preferencias sexuales distintas a la heterosexual (homosexual, bisexual, transgénero y travestis). El menosprecio y el rechazo hacia ese grupo de individuos provocan que éstos se mantengan en silencio o lleven una doble vida, a fin de evitarse problemas en su entorno familiar, laboral y social.
El estigma social -la aparición del VIH/SIDA se suma a esta problemática- que llevan a cuestas estas personas ha dado pie a una lucha antidiscriminatoria que, al mismo tiempo, representa la afirmación de una forma de ser y estar en la sociedad.
Los casos de discriminación en el trabajo son bien conocidos. Legalmente no es causal para rescindir un contrato, pero la preferencia sexual sí puede propiciar que el empleador busque la manera de despedir a algún trabajador. Aquí están de por medio muchos prejuicios, los cuales originan un clima de acoso permanente hacia el sujeto en cuestión que finalmente podría verse obligado a abandonar su empleo.
La discriminación por preferencia sexual también proviene de la vaguedad de expresiones como “ultrajes a la moral pública y a las buenas costumbres”, “escándalo público”, “atentado al pudor” o “exhibiciones obscenas”, que aparecen en algunos ordenamientos jurídicos y en las cuales basan su proceder, según sus propios criterios, los cuerpos de seguridad pública.
La descalificación y el desprecio que padece este grupo de población también desembocan en actos violentos, cuya expresión más extrema son los llamados crímenes de odio, los cuales, en muchos casos, quedan impunes y, además, se les califica como “crímenes pasionales” o “típicos de homosexuales”; de ese modo se estarían prejuzgando los hechos y afectando la impartición de justicia.
El combate a este tipo de discriminación implica, entre otras cosas, promover campañas de información y programas educativos, así como prevenir las detenciones arbitrarias, e investigar los crímenes de odio. Otra cuestión que también ha sido planteada y discutida en estos últimos años es la de impulsar cambios en las leyes para que las parejas con preferencia sexuales distintas gocen de ciertos derechos que ya tienen las parejas heterosexuales.
